Bienaventurados los que hayan encontrado este espacio

La idea de este blog es que sea un espacio para manifestar pensamientos, ideas, protestas (por qué no) y todo tipo de menesteres sobre la realidad o irrealidad en la que estamos inmersos los seres humanos, tanto propios como de terceros. Invito a los interesados, incluyendome, a exponer sus manifiestos, sin restricciónes ni censuras. Espero que lo disfruten tanto, como yo hacerlo.

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Emmanuel

"Se quien no soy, pero no se quien soy"

"La única certeza es el azar"

"Estoy en desacuerdo hasta conmigo mismo"

Presentando el blog

"Yo creo que desde muy pequeño mi desdicha y mi dicha al mismo tiempo fue el no aceptar las cosas como dadas. A mí no me bastaba con que me dijeran que eso era una mesa, o que la palabra "madre" era la palabra "madre" y ahí se acaba todo. Al contrario, en el objeto mesa y en la palabra madre empezaba para mi un itinerario misterioso que a veces llegaba a franquear y en el que a veces me estrellaba."

Julio Cortázar

El hombre mediocre

“El predominio de la variación determina la originalidad. Variar es ser alguien, diferenciarse es tener un carácter propio, un penacho, grande o pequeño: emblema, al fin, de que no se vive como simple reflejo de los demás. La función capital del hombre mediocre es la paciencia imitativa; la del hombre superior es la imaginación creadora. El mediocre aspira a confundirse en los que le rodean: el original tiende a diferenciarse de ellos. Mientras el uno se concreta a pensar con la cabeza de la sociedad, el otro aspira a pensar con la propia. En ello estriba la desconfianza que suele rodear a los caracteres originales: nada parece tan peligroso como un hombre que aspira a pensar con su cabeza.”

José Ingenieros

El Aleph

"El troglodita me precedió; esa noche concebí el propósito de enseñarle a reconocer, y acaso a repetir, algunas palabras. El perro y el caballo (reflexioné) son capaces de lo primero; muchas aves, como el ruiseñor de los Cáceres, de lo último. Por muy basto que fuera el entendimiento de un hombre, siempre sería superior al de irracionales."

Jorge Luis Borges

domingo, 21 de noviembre de 2010

Ale, querido

Me propongo aquí hablar de una persona que, aunque sigue en nuestros corazones, ya no nos acompaña físicamente porque la vida así lo decidió. Tarea muy dificultosa, y más cuando se trata de alguien tan querido y que ha sido tan importante en mi formación profesional y personal. Cabe destacar que mi intención es, humildemente, hablar en representación de todos sus alumnos y compañeros de la facultad.

Alejandro Lafleur: investigador, escritor, guionista, humanista, profesor, músico, compositor, poeta y, sobre todo, amigo. Por más sorprendente que parezca, todas esas facetas cabían en él, y desarrolló cada una de ellas desde lo más profundo de su corazón. En todo lo emprendido dejaba cuerpo y alma, se daba completo y tenía mucho, muchísimo para dar. Si bien eso pudo haber sido algo que de alguna forma lo fue desgastando, también es lo que le daba vida y considero que esa era su forma de vivir, que no hubiera podido hacerlo de otra manera. Así era Ale.

Mi primer acercamiento fue allá por el año 2007, como un estudiante más de su materia. Y cuando me refiero a su materia, lo digo con todo lo que ello significa, porque doy fe que la forma en que él daba sociología de las organizaciones, era distinta al resto. Como decía, llegué a su curso por recomendación de un amigo (Iván Quiroga), y de a poco fui conociendo lo que proponía en sus clases y las ideas que transmitía. Noté el tipo de profesor y, sobre todo, de persona que tenía enfrente, con su mezcla de extravagancia y sencillez a la vez para explicar las cosas y tratar de abrir las mentes de sus estudiantes. Plantear que las cosas no vienen dadas porque sí, sino que son constructos sociales, y que el poder no es sólo hegemónico, que cada uno puede ejercerlo desde su pequeño lugar y, a la vez, resistirse a las formas imperantes.

Esas cuestiones quedaron resonando en mi cabeza y siempre, de alguna forma, trataba de mantener el contacto con aquel profesor que destapó frente a mí un mundo o, tal vez, la verdadera cara de nuestra realidad, la cual aún no comprendía. Fue al tiempo que me ayudó, motivó, incentivó e hizo lo posible para que yo pudiera lograr hacer algo que realmente me gusta, orientándome hacia la investigación y la docencia. Fue gracias a él que emprendí este camino y alguna vez le dije que era mi mentor, a lo que me corrigió diciendo “no Emma, yo soy tu tutor”. Gran justeza había en sus palabras, aunque significó y significa mucho más para mí, un gran amigo.

En su faceta académica, ámbito en el cual tuve el honor de acompañarlo por un tiempo, llevó a cabo una vasta y muy rica experiencia. Corriendo el riesgo de quedarme corto, me permito mencionar aquí parte de todo su aporte.

Conocedor de autores como Weber, Durkheim, Marx, Crozier, Elías Canetti, Bauman, Bourdieu, Simon, Hall, Morgan, Coser, entre otros y sobre todo gran analizador de la obra de Foucault. Estudió a fondo temas tan controvertidos como el poder, la cultura, la burocracia, la comunicación, las formas de control y dominación social, la corrupción, el tráfico de drogas, las instituciones totales (en especial las cárceles) y tantos más, poniendo su mirada crítica en cada uno de ellos y la visión de que el ser humano debe ser libre y autónomo frente a la realidad impuesta histórica y socialmente.

Resurgido de la oscuridad de la cárcel, lugar en el cual la mayoría toma otro camino, él decidió formarse y desarrollar la sociología desde lo más profundo de su ser. Profesor en las asignaturas Administración General, Sociología de las Organizaciones, Seminario de integración y aplicación y también en posgrados. Transmitió por casi 20 años en las aulas, todas sus ideas y creencias, dando un lugar de participación a los estudiantes para que puedan expresarse en forma crítica, estando o no de acuerdo con ellos, y remarcando siempre que debían ser las ideas propias de cada uno. Fomentando que la realización de una persona es poder pensar por uno mismo, sin estar sesgados por modelos hegemónicos, y lograr desde esas bases construir conocimiento.

Dicha idea tiene, a mi entender, un valor inigualable, que permite creer por un momento en la utopía de la liberación del hombre. Todo lo que transmitía en el aula lo hacía único, lo hacía ese gran docente que no pretendía imponer sus ideas, sino interactuar con los estudiantes y enseñar contenidos importantes, al mismo tiempo que aprendía de lo que ellos pudieran dar. Hecho más destacable, ya que ese tipo de docencia no abunda.

La investigación era una gran parte de él mismo, un traje que nunca se quitaba y vivía permanentemente buscando, indagando, analizando, preguntándose cuestiones de la realidad. De esas charlas hemos tenido varias y siempre surgían cosas interesantes. Era algo que lo apasionaba, buscar respuestas al por qué de determinadas acciones por parte de ciertas personas que, lejos de conferirse en humanitarias, las consideraba capaces de hacer cualquier cosa por obtener un poco más de poder, sin escrúpulos. Y eso, le dolía en lo más profundo.
Por eso se dedicó a Proyectos de Investigación Social, de la mano del Dr. Francisco Suarez, indagando en temas tan controvertidos como poco abordados por las teorías en general. Así, fue analista de la corrupción, políticas de drogas, poder en las organizaciones, organizaciones culturales, problemas y programas sociales, sociología del castigo, instituciones de encierro, el propio sistema carcelario, siendo muy crítico de éste último, y adscribiendo a una corriente más bien abolicionista.

Con respecto a todos estos temas ha desarrollado varios trabajos de investigación, intentando meterse en el corazón de la problemática planteada, para poder llegar a lograr algo y no sólo abordarlos en forma efímera. Fruto de esas experiencias, es autor de varias publicaciones y disertaciones, que ha expuesto en diversos escenarios.

Entre sus publicaciones se encuentran dos libros, uno en coautoría con Matías Godio, titulado “Operación Sarli, una crónica del conurbano bailantero” y el otro, su obra más preciada que aún configura material de consulta para muchos docentes e investigadores, cuyo título es “La institución total. Relaciones informales en una organización profundamente restrictiva”. En él analiza desde las entrañas de una institución carcelaria cuales son las consecuencias de las relaciones informales que se dan entre sus integrantes y como se articula todo un sistema plagado de corrupción. Si bien se encuentra ubicado en un marco sociológico, dicho libro fue narrado a partir de sus propias vivencias y escrito desde la propia cárcel, resguardándose, obviamente, de esconderlo celosamente de compañeros y guardias mientras lo realizaba.

Vivió intensamente. Subido a un tren, metáfora que él utilizaba, cuyo camino a recorrer tal vez ya conocía. Su propio tren, su propio proyecto de vida. Así era Ale. Poniéndole el sabor de la música a las clases y citando ideas de Foucault en sus canciones, como “En el desierto”, todas sus facetas fluían en un solo cuerpo. Todavía recuerdo su contestación al atenderme el teléfono cuando lo llamaba: “Emma, querido”, así de fraternal era siempre, y todavía a veces me parece verlo venir por los pasillos de la facultad…

Solo tengo hacia Ale palabras de agradecimiento, por haberme incentivado a seguir un camino, por haberme abierto las puertas hacia él, por haber confiado en mí siempre y por haberme inculcado su visión de la realidad y que es posible vivir dedicándose a lo que uno realmente desea.

Es por eso que me gustaría poder continuar infundiendo sus ideas en el aula y en cada actividad que desarrolle. Llevo varias de sus creencias en la sangre ya y tener esa posibilidad de transmitirlas sería una forma de agradecer todo lo que él me ofreció siempre.

Solo me resta decir que, aunque el tiempo pase, “y por más que no te pueda ver ni oír, sé muy bien que estás aquí”…

Emmanuel
Leído en el Homenaje a Alejandro Lafleur
en Planet Music
20/11/2010